Tiene un impacto importante en nuestra economía por las exportaciones que hacemos hacia su territorio; empezando con los tradicionales, banano, azúcar, café; los no tan tradicionales, textiles, verduras, frutas, legumbres y algunas artesanías; hasta lo más reciente, servicios de atención a clientes, aplicaciones informáticas y tecnología. Ah y por supuesto chapines.
Las elecciones en Estados Unidos llaman la atención de muchos alrededor del mundo por el impacto que tienen las decisiones de Estado alrededor del mismo. Desde impacto ambiental, y su adhesión o no a las normas de reducción del impacto del cambio climático, hasta las guerras alrededor del mundo en defensa de sus intereses. Así decía un diplomático estadounidense: “Estados Unidos tiene intereses, no amigos”.
El sistema electoral estadounidense es una democracia representativa (no directa) para la elección presidencial. No hay un tribunal o autoridad electoral nacional, no hay un padrón electoral ni una norma general acerca de cómo deben ser las boletas, requisitos para ser candidatos o regulaciones nacionales acerca del tema. Es un sistema basado en normas y leyes estatales que deben adherirse a criterios mínimos que establece la legislación federal. Existe un Colegio Electoral integrado por 538 electores que “representan” a los votantes de cada Estado, de la misma forma en que lo hacen la Cámara de Representantes (Congreso) y el Senado. Hay 435 electores que representan distritos electorales alrededor del país, dos electores por Estado y tres electores para la capital.
Barack Obama ganó suficientes electores en 27 estados diferentes (perdió en 23 estados) y también obtuvo una mayoría de votos de los electores directamente. Hay una división muy clara entre los votantes de cada candidato. Por Obama votaron abrumadoramente los afro-americanos e hispanos, que juntos representan el 26% del voto total (10 latinos y 16 afro-americanos), las mujeres, los jóvenes (especialmente los menores de 35) y los que viven en las grandes ciudades.
Por Romney votaron principalmente los blancos, mayores de 45 años, protestantes y que viven en comunidades más pequeñas. El voto anglosajón representa cada vez un menor porcentaje del total de votantes (72%) y esto pone en riesgo el voto duro del Partido Republicano para el futuro. Para la próxima elección (2016) se estima que será ya menor del 70% este voto, y el hispano será igual o mayor que el afro-americano, representando entre ambos el 30% total de los votos.
¿Qué impacto real tienen las elecciones en Estados Unidos para Guatemala? Muy poco. No afectará su política comercial, el apoyo por medio de las agencias de desarrollo o combate a las drogas, y poco cambiará la situación de los migrantes chapines. Durante el gobierno de Obama deportaron a más chapines que en cualquier periodo de la historia.
El voto hispano tiene más impacto en elecciones locales, como alcaldías, como Los Ángeles, Nueva York, Chicago, Phoenix, Dallas y otras similares; o para elecciones de gobernadores o representantes al Congreso. El impacto en la elección nacional, aunque cada vez mayor, está concentrado en algunos Estados en particular (California, Texas, Arizona, Colorado, Illinois), y lo veremos reflejado en las candidaturas a gobernadores, senadores y, tal vez, vicepresidente en las próximas elecciones.
El Partido Republicano deberá evaluar sus posiciones extremas en algunos temas que lo perjudican en elecciones nacionales, aunque les mantiene mayoría en la Cámara de Representantes. La diferencia entre políticas nacionales y acciones locales.
¿Las barras y las estrellas se apoderaron de mi bandera? Al paso que vamos, los hispanos en Estados Unidos se apoderarán de las barras y las estrellas por un método más pacífico que las balas y los morteros. Es cuestión de tiempo. Mientras tanto, todo cambia para seguir igual.
Dios los bendiga y les recuerdo que toda la gloria, la honra y el honor son siempre para Jesús.
Más de este autor