Mapa de ruta

Hablar de voto nulo, voto uninominal o cualquier otra alternativa al proceso electoral no tiene sentido, pues en este momento son las elecciones las que dominan la coyuntura política y la decisión de la población, por lo que propongo:

1. Seguir realizando movilizaciones fuertes y pacíficas que exijan cambios dentro del marco constitucional y legal del país.

2. Exigir, con las movilizaciones hacia el Congreso de la República, que se apruebe de inmediato la reforma a la Ley Electoral y de Partidos Políticos y que se incluyan normas de transparencia de las finanzas electorales y de la publicidad electoral, pues de lo contrario son cómplices de la corrupción de este régimen.

3. Identificar a los diputados que no se comprometan con la reforma a la Ley Electoral y desde ya expresarles el rechazo de la población.

4. Denunciar y pedir la renuncia a los diputados que no asistan a sesiones del Congreso o se rehúsen a aprobar la reforma político-electoral, recordando que por lo menos 135 diputados van a la reelección.

5. Fijar un plazo de tiempo límite para que los diputados del Congreso implementen la reforma de la Ley Electoral. De lo contrario, denunciarlos como cómplices de la corrupción y pedir su retiro inminente de sus curules. Deberá fijarse un plazo final y dirigir una gran marcha desde todo el país hacia el Legislativo para recibir de los diputados la ley de reforma política electoral aprobada. De igual forma, a los diputados distritales debe exigírseles que escuchen las demandas de la población. De lo contrario, no se les permitirá hacer campaña en su distrito.

6. Es importante que se mantengan los sábados las concentraciones pacíficas y las marchas, en todos los municipios del país, exigiendo la renuncia de Otto Pérez y la aprobación de la reforma a la Ley Electoral por parte del Congreso, pero además exigiendo que se suspendan los concesiones suscritas por este gobierno a favor de empresas mineras o hidroeléctricas extranjeras hasta que no se resuelva el tema de la sucesión política.

7. Lo más importante es proponernos construir un frente amplio por la democracia y la transparencia que logre definir una alternativa política en el proceso electoral y pedir el acompañamiento de la comunidad nacional e internacional como observadores del proceso, pero también como vigilantes de la transparencia en los procedimientos y las finanzas electorales para garantizar que el Estado de Guatemala no caiga totalmente en manos del crimen organizado y el narcotráfico. Es fundamental que todos puedan conocer el origen de los fondos que financian las campañas electorales y el origen de la publicidad con la que se apoya a algunos candidatos.