Mario Taracena en la ola de la “plazocracia”
Mario Taracena en la ola de la “plazocracia”
El presidente del Congreso asegura que la desprestigiada clase política de Guatemala tiene que adaptarse para sobrevivir, atendiendo el clamor de la “plazocracia”—como llama a las exigencias de los ciudadanos por las reformas del sistema— o de lo contrario se inmolará. En esta entrevista, un pragmático Taracena, detalla sus prioridades al frente de Legislativo durante 2016 para rescatar a la vieja política de la cual forma parte desde hace más de 30 años.
Han pasado cinco días de la toma de posesión del nuevo Congreso y del Ejecutivo. En el salón de Los Pasos Perdidos, antesala del hemiciclo, el diputado Mario Taracena Díaz-Sol (1957) ofrece una conferencia de prensa antes de dirigir su primera sesión ordinaria. De traje azul oscuro y con el broche de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) en la solapa, el recién electo Presidente de uno de los organismos más desprestigiados del Estado guatemalteco, explica a los reporteros que su prioridad durante el año que ocupe el cargo será reformar la Ley Orgánica del Organismo Legislativo (LOOL), precisamente para limpiar la imagen del Congreso, cargada de abusos y corrupción. Unos metros detrás, fuera del foco de las cámaras, su primer secretario en Junta Directiva, el diputado Carlos Barreda, también de la UNE, recibe a una simpatizante del partido. La joven, de blusa y bufanda verde le explica que busca un trabajo, que colaboró en la campaña, que está tocando puertas. “Ahorita no hay nada, menos en el Legislativo, aquí le podemos dar una carta, pero igual no le va a servir porque el partido de gobierno es otro…”, le explica el congresista.
La UNE perdió las pasadas elecciones frente al novato Jimmy Morales y su partido Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación), con un discurso anticorrupción que se desmarcaba de la clase política tradicional, pero ganó el Legislativo. Ahora con la bancada mayoritaria —34 diputados—, la experiencia de seis legislaturas (cuatro de ellas consecutivas), el “beneficio de la duda” de los sectores conservadores y una estrategia de alianzas parlamentarias, hasta el momento exitosa, Taracena busca liderar la reforma del sistema político exigida el año pasado en las calles por miles de ciudadanos y, de paso, suavizar la imagen de su partido ante los electores urbanos que siempre los han despreciado.
Dos eran las principales candidaturas de la UNE para la presidencia del Congreso: Mario Taracena y Orlando Blanco Lapola. Fuentes del partido aseguran que en un principio la excandidata presidencial y secretaria general del partido, Sandra Torres, se decantaba por Blanco Lapola, pero cambió de posición, a favor de Taracena, cuando éste expuso su plan de reformas con el beneplácito de representantes del sector económico que ven en el curtido político un aliado ideológico. Su elección como presidente del Congreso, dice Taracena, fue posible gracias al consenso de los secretarios generales de los partidos, en donde Torres ejerció influencia. “Sandra está haciendo su trabajo en la instancia de secretarios generales, es más ella los convoca, ella ha sido la del liderazgo y se lo agradecemos”. Las primeras acciones de Taracena al frente del Legislativo han sido contundentes: a pesar de la oposición de diputados de su propio partido y de otras agrupaciones, publicó las planilla de los empleados del Congreso 011 y las plazas por contrato 022 y 029, que sus antecesores guardaron celosamente, e inició el proceso para la aprobación de las reformas a la Ley Orgánica de ese organismo.
Las cartas sobre la mesa
La entrevista transcurre en la antesala del despacho de la Presidencia del Congreso dos horas antes del inicio de la sesión en la que se aprobará en primera lectura la reforma a la Ley Orgánica del Organismo Legislativo. Taracena está en su elemento: sostiene negociaciones a varias bandas y múltiples frentes abiertos, contesta a las interrogantes con respuestas rápidas pero detalladas.
El acuerdo por la reforma a la Ley Orgánica del Legislativo fue previa a su elección de Presidente, ¿qué tanto se había avanzado en eso?
La relación comenzó a hacerse más fuerte con la elección de su servidor y los otros miembros de Junta Directiva (integrado por Movimiento Reformador, Todos, Creo, Viva y UCN), y ha ido agarrando fuerza, así se vio con la elección de comisiones de trabajo (donde quedó excluido el partido oficial FCN-Nación), ahora tiene que verse con la Ley Orgánica, que es la prioridad.
Usted inicia su presidencia con un golpe de efecto: revelar la nómina del Congreso en dos entregas, primero los de planilla y luego los empleados bajo contrato…
No es ningún golpe de efecto, me da cólera que me digan eso. Lo único que hice es cumplir con la Ley de Acceso a la Información que lo manda, no hay tal. Tenía que decidir si violaba la ley y ganarme un antejuicio y tres años de cárcel, o respetaba la ley y publicaba los listados, lo que causó impacto fue todo lo que comenzó a salir.
Pero nada de eso es casual. Fue una decisión política con efectos políticos.
No, para nada, lo hicimos para que se respetara la ley y no para llamar la atención en el Legislativo, que no llamemos a la CICIG (Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala), al MP (Ministerio Público), a nadie. Lo que pasa es que siendo un tema escondido durante décadas causó un impacto a lo interno del Congreso que fue terrible a nivel de trabajadores, asesores, diputados. Incluso ha puesto al descubierto a compañeros de las propias bancadas donde salen a la luz pública sus negociaciones personales, habría que preguntarles a cambio de qué recibieron esas dádivas.
¿Publicar esa información fue llamarles la atención diciendo que las reglas del juego tienen que cambiar?
Honestamente no fue con esa intención, sino cumplir con la ley. Y trae como resultado cambiar cosas, subirnos a la ola de que el pueblo de Guatemala quiere un Congreso diferente.
Y tomar la iniciativa antes de que el Ejecutivo encabece esa ola de indignación a favor de la transparencia.
Ni pensamos en el Ejecutivo. Vimos venir el problema, y que no quedaba más remedio que enfrentarlo. Y que la única forma era apegarnos a la ley. Mientras más problemas tengamos en el Congreso, más nos apegaremos a la ley.
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La lectura que Taracena hace de los tiempos políticos incluye la consigna de “atender a la plazocracia” (como llama a las protestas ciudadanas), no ve otra opción que adaptarse y sobrevivir. En paralelo a las discusiones de reforma a la Ley Orgánica del Congreso y la publicación de las nóminas, Taracena admite que ya hay negociaciones con los sindicatos de trabajadores del Legislativo para modificar el pacto colectivo, tarea ahora formalizada con una comisión de diputados conformada por Carlos Barreda (UNE), Ronald Arango (Todos) e Inés Castillo (independiente), los tres con experiencia en movimientos sociales y sindicales.
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Admite que cambiar la Ley Orgánica del Legislativo es un reto porque representa los intereses de los políticos tradicionales. “Ya no se dará más plazas que las que la ley permite, con eso se termina el chantaje al presidente del Congreso, y lo deja trabajar; también dice que ningún pariente de diputado va a poder trabajar en el Congreso. Cuando un diputado termine su periodo legislativo se lleva su personal, no lo va a poder dejar, son grandes directrices que se verán reflejadas en la ley y que será la voluntad política del pleno”, explica.
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¿Cuál es su estrategia para reformar el sistema político?
Hay que ver esto como un banco de tres patas: una pata es la Ley Electoral y de Partidos Políticos, que ya está en la Corte de Constitucionalidad y tendrá que venir al Congreso; la otra pata es la Ley Orgánica del Organismo Legislativo, que le dice al diputado cómo se maneja acá adentro, y que ya está avanzando; y la otra es la Ley del Servicio Civil, que es la que le permite (al diputado muchas veces) dar plazas y cobrar favores. Así que compongamos esas tres cosas y vamos a sanear muchísimo el sistema político del país.
“Destapar la ratonera del Congreso (…)” para gobernarlo
La publicación en simultáneo de la nómina del Congreso en la página web del Legislativo, y su eco en los medios de comunicación, los domingos 17 y 24 de enero; la marginación de FCN-Nación de Junta Directiva y de las presidencias de comisiones legislativas, así como la derrota de Luis Rabbé que aspiraba a ser reelegido como presidente, fueron todas victorias para la UNE en general, y de Taracena en particular. Aunque sus propios diputados salieron escaldados, la acción sirvió para medir el largo de la cadena de sus propios legisladores. La siguiente prueba en el horizonte, sin embargo, suena más decisiva, la reforma de la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP).
¿En el caso de que la CC devuelva con amplios reparos la LEPP, deberá esta regresar a comisión?
No, ya no regresa a comisión. Ya ha sido suficientemente discutida, no creo que venga con muchos reparos, pero hay que respetarlo; hay 33 artículos sobre los cuales ya emitió opinión la CC, los demás, unos 40, son los nuevos y no creo que vayan a tener contradicciones. Regresa al pleno en tercera lectura aprobada, entra por artículos, no tiene retroceso. El viernes visitaré a la presidente de la CC (Gloria Porras, designada por el presidente Álvaro Colom, UNE) para preguntarle sobre del dictamen, porque es una ley inquietante, es de la “plazocracia”, eso no hay forma de pararlo. La agenda del Congreso la marcó la “plazocracia”: la Ley Electoral, Orgánica del Congreso y de Servicio Civil, esas tres cosas las tenemos en fila y tienen que ir.
Si se aprobara en este primer semestre, los partidos tendrían tres años para adaptarse a las nuevas reglas del juego.
Se tienen que adaptar, hay varias cosas que tienen que hacer: más organización partidaria, el 25% de representación en los municipios de cada departamento, subir el número de afiliados. Van a tener un tiempo de transición que la misma ley contempla.
De entrada, esas medidas favorecen a partidos ya consolidados como la UNE, Todos, el MR.
El espíritu de la LEPP es el fortalecimiento de los partidos políticos. Vamos contra los independientes, el diputado que sea independiente queda como rechazado, no va a poder integrar comisiones ni ir a viajes, sin acceso a ningún cargo. Los independientes terminan siendo mercenarios y vendiéndose al partido de turno, vamos a intentar fomentar el partidismo, la LEPP y LOOL están orientadas a los partidos políticos.
Los partidos nuevos que se han creado a partir de grupos como Lider y Patriota quedarán en desventaja.
Vamos a incluir un artículo transitorio en la LOOL, que diga que los bloques que salgan de un partido se acepten como partido político, vamos a tener que hacerlo, sobre todo para PRO (proveniente de Lider) y MR (antes del Partido Patriota).
Estos partidos se han sumado a la propuesta de la UNE. ¿El MR, que es una facción de los restos del PP, ligada al exministro Alejandro Sinibaldi, lo apoyó con sus votos para la Presidencia?
El MR sí se subió con nosotros, pero PRO y Lider encontraron otra vía. Les vamos a arreglar esa situación para que tengan su representación en el Congreso, el que recogió la fuerza que quedaba del PP fue el MR, pero el PP está representado ahora por tres diputados. El MR tiene 22 diputados, no los puedo esconder, los vamos a aceptar, tienen diputados, tiene secretario general, les daremos un transitorio para tener las condiciones para que se les acepte.
¿Se castigará el transfuguismo con esta reforma a la Ley Orgánica del Congreso?
El transfuguismo es que un diputado venda su curul y se vaya a otro partido, eso fue lo que nos enseñó la pasada legislatura.
Al igual que los 48 cambios de bancada de inicios de esta legislatura.
No, eso es diferente. Ese transfuguismo lo vimos con Manuel Baldizón cuando salió de compras de diputados y descaradamente nos dijo que compraría 20 más, eso es transfuguismo, vender la curul. Esto que se ve ahorita es reacomodo político, resultado de una crisis que vivimos desde el 25 de abril para acá, crisis que arrastró a Lider y al PP hasta casi desaparecer, y de la cual nacieron otras nuevas organizaciones (Progresistas, Alianza Ciudadana y Movimiento Reformador). Son los acomodos po-lí-ti-cos. Por ejemplo los MR es más por sobrevivencia política que por interés económico. Si no lo hacen, desaparecen como PP.
¿Y por sobrevivencia aceptarán esas reformas?
Pues ya firmaron el documento.
¿Cómo obtendrá el apoyo para las reformas a la Ley del Servicio Civil?
En esa tenemos problemas, porque en determinado momento se le entregó esa mesa de trabajo a Pedro Muadi (exdiputado del PP y Presidente del Congreso con proceso de antejuicio acusado de cobrar plazas fantasmas), y entró en una crisis y se suspendió. No hay ahí un documento sobre el cual trabajar, hay que meterle el acelerador en eso. No sé todavía quiénes estarán en negociación, pero esa ley la va a pedir a gritos el pueblo con tantos escándalos que están saliendo, eso lo justifica perfectamente.
Al concluir la entrevista, Taracena se dirigirá a reunión con su bancada, un almuerzo con el jefe de bloque Orlando Blanco y los demás diputados. En las oficinas de la UNE en el Congreso, el salón que antes era sala de reuniones del PP, ahora luce un verde hospitalario en lugar del naranja del anterior partido oficial. El presidente adelanta algunos hechos, espera que ese mismo día se libere de dictamen la Ley Orgánica del Organismo Legislativo y sea aprobada en la primera de las tres lecturas que requiere. Horas después, inicia la sesión plenaria. En efecto, después de un breve debate en el que reciben el beneplácito de Lider y MR, en menos de 10 minutos consiguen 146 votos a favor para la moción, un solo voto en contra y 10 ausencias. El primer paso del proyecto de reformas de Taracena está dado.
¿Continuará Sandra Torres como la líder nacional del partido?
Sí, claro, es que somos cuates. Ella está muy consolidada, muy amiga de todos, y muy pendiente de todos.
Pero en segundo plano.
Ella está en el partido y esto es el Congreso de la República, son dos cosas diferentes. Pero ella es un líder importante, como líder nacional y como amiga tenemos excelente relación.
La impresión en el ámbito político es que su elección como presidente del Congreso obedece a que es capaz de mover las cosas lo suficiente sin dejar de mantener el mismo sistema funcionando.
Yo soy un político y voy a poner todo lo que está en mi alma y corazón para fortalecer el sistema de partidos políticos. Soy un hombre demócrata que creo en eso, que ha ayudado a construir la democracia en este país desde 1984 hasta la fecha. Sé que la clase política está muy débil hoy, está en muy mala posición, y que tiene que haber un cambio radical, si se quiere salvar. Y en esas estoy, tratando de salvarla. Entre los políticos soy como el último mohicano, tengo la última oportunidad de darle credibilidad a los políticos.
¿Para el sector económico es determinante que esa clase política tenga estabilidad?
El sector económico que vea que sus cosas caminen, y que el sector político vea cómo se salva.
Pero no son independientes, no se pueden entender por separado.
Los problemas del sector económico ya vendrán, yo ahorita tengo los problemas del sector político, que está muy golpeado, muy desprestigiado, arrinconado, y tengo que enseñarles que no tienen de que avergonzarse, que siempre hay esperanza, que podemos captar la actitud que Guatemala está exigiendo.
Hay quienes dicen que los casos judiciales contra diputados hicieron que muchos se sintieran como semovientes sin dueño, propiedad del primero que pase.
Jajaja, no tan así. Hizo que todo el mundo sintiera que se le movió el piso, que todos los políticos medianamente inteligentes comprendieran que tiene que haber un cambio, que ya a estas alturas no es nada más importante lo que pensamos, sino que se siente la presión pública, el tsunami de Guatemala. Si queremos pasar este problema tenemos que enfrentarlo, darle soluciones o nos va a aplastar.
¿Cómo con la evolución las especies que no se adaptan?
Sí. O nos adaptamos o no podremos sobrevivir.
Se considera la antítesis de sí mismo: curioso, preguntón y analítico; hermético, reservado y desconfiado. Disfruta de entrevistar a la gente importante, es decir a las personas de a píe, de apellidos simples y miradas sinceras. Subjetivo, agnóstico y parcial. Cree que la educación y la comunicación son las herramientas más importantes para lograr lo imposible. Estudió Ciencias de la Comunicación para convertirse en un Dj profesional, pero en el camino descubrió que el periodismo es un oficio más sensato, más humano y más indispensable que la frivolidad de pinchar discos. Le apasiona la política por dentro y por fuera. Detesta escribir sobre deportes y espectáculos. Ama la cocina tanto como la música y el vino. Lee menos de lo que quisiera y le molesta que lo interrumpan mientras escribe. Intolerante a la lactosa, a la deslealtad y a los dobles discursos. Aprende más como profesor que como estudiante. Ha trabajado para agencias internacionales de noticias como Reuters, Ap y Efe, en las que ha tratado de explicar las complejidades de Guatemala. Es editor de Plaza Pública donde observa, analiza y aprende. Antes fue ayudante en un taller de mecánica y mecanógrafo en un bufete de abogados.
Se considera la antítesis de sí mismo: curioso, preguntón y analítico; hermético, reservado y desconfiado. Disfruta de entrevistar a la gente importante, es decir a las personas de a píe, de apellidos simples y miradas sinceras. Subjetivo, agnóstico y parcial. Cree que la educación y la comunicación son las herramientas más importantes para lograr lo imposible. Estudió Ciencias de la Comunicación para convertirse en un Dj profesional, pero en el camino descubrió que el periodismo es un oficio más sensato, más humano y más indispensable que la frivolidad de pinchar discos. Le apasiona la política por dentro y por fuera. Detesta escribir sobre deportes y espectáculos. Ama la cocina tanto como la música y el vino. Lee menos de lo que quisiera y le molesta que lo interrumpan mientras escribe. Intolerante a la lactosa, a la deslealtad y a los dobles discursos. Aprende más como profesor que como estudiante. Ha trabajado para agencias internacionales de noticias como Reuters, Ap y Efe, en las que ha tratado de explicar las complejidades de Guatemala. Es editor de Plaza Pública donde observa, analiza y aprende. Antes fue ayudante en un taller de mecánica y mecanógrafo en un bufete de abogados.
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