El país se está transformando cada vez en más urbano y menos rural. El crecimiento de la población en las áreas urbanas alrededor del país es ineludible. Planificar las ciudades donde la población vivirá es indispensable.
En este momento ya rebasamos el 52% de población que vive en áreas urbanas y la tendencia es que llegaremos al 75% en los próximos 25 años. En este momento, la ciudad con más habitantes es la Ciudad de Guatemala con 992 mil habitantes. En el departamento de Guatemala ya hay otros dos municipios con más de 500 mil habitantes (Mixco y Villa Nueva), cinco con más de 100 mil habitantes y San Juan Sacatepéquez con más de 200 mil. Además, hay otras 27 ciudades alrededor del país con más de 100 mil habitantes y dos más arriba de 200 mil habitantes. Para el año 2030 serán como mínimo 50 ciudades de más de 100 mil habitantes, 10 arriba de 200 mil y cuatro arriba de 500 mil habitantes. La población total de Guatemala probablemente será para el año 2040 entre 25 y 30 millones de habitantes. El área metropolitana de la Ciudad de Guatemala probablemente albergará a 5 millones de habitantes y habrán al menos varias áreas metropolitanas adicionales en Alta Verapaz, Quetzaltenango-Totonicapán, Chimaltenango y Escuintla, todas con cerca del millón de habitantes.
La razón principal de la urbanización de la población es la migración de áreas rurales a estas áreas urbanas, pero el crecimiento ya no es tanto a la región de la Ciudad de Guatemala y su área de influencia, sino a ciudades intermedias como Cobán, Carchá, Chimaltenango, Jutiapa, Santa Cruz Barillas, Chichicastenango, Malacatán, Coatepeque, La Libertad y Sayaxché. Esta migración de población también está llevando la pobreza del área rural a esas áreas urbanas con ausencia del Estado (nacional y municipal), con poca capacidad para atender las nuevas demandas con servicios públicos y privados adecuados y oportunidades de empleo o generación de ingresos.
Para atender este fenómeno debemos generar políticas públicas de desarrollo territorial sostenible. Este modelo de desarrollo debe basarse en tres ejes fundamentales; ciudades económicamente competitivas, socialmente justas y ambientalmente responsables. Esto asegura tener las capacidades, eficiencia, eficacia y herramientas para generar oportunidades de ingresos por medio de empleos o empresarialidad dentro de un marco de igualdad de oportunidades y acceso para toda la población. Además requiere estar conscientes de la necesidad de llevar a cabo una administración adecuada de los recursos naturales a nuestro alrededor. El objetivo es que este desarrollo sea sostenible en el tiempo asegurando disponibilidad de estos recursos para futuras generaciones y creando las condiciones de estabilidad social.
Hay varios pasos indispensables para generar estas condiciones; participación ciudadana en las decisiones de políticas públicas, el establecimiento de una visión de desarrollo estratégico que tome en cuenta el potencial del territorio y las ventajas competitivas y comparativas del municipio en función de la región, el país y el ámbito internacional, las condiciones de la población actual y futura del municipio y los recursos (naturales y financieros) disponibles para gestionar este desarrollo.
El plan estratégico de desarrollo debe poder plantear una visualización de cómo se verá el municipio en 10 y 20 años hacia el futuro. Debe considerar las necesidades de servicios públicos, vialidad, acceso a recursos como el agua y espacios verdes que son ambientalmente críticos para el municipio y debe tomar en consideración las proyecciones demográficas que estarán sucediendo en esas siguientes décadas.
Lo más importante en este momento es generar las bases para ese desarrollo sostenible y ordenado y esto requiere la institucionalidad adecuada a nivel municipal, del INFOM, de SEGEPLAN y de los ministerios que ejecutan obras de infraestructura y de ampliación de cobertura de servicios como educación y salud. Lo que está sucediendo es irreversible e ineludible; comprenderlo, planificar y actuar en función de esta transformación es indispensable.
Dios los bendiga y les recuerdo que toda la gloria, la honra y el honor son siempre para Jesús.
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