El término Río+20 se refiere a la conmemoración del 20 aniversario de la Cumbre de la Tierra de 1992 en la misma ciudad. Parte del objetivo es lograr evaluar qué se ha hecho en los últimos 20 años y qué necesitamos hacer en los próximos 20 años. Río+20 ve 20 años hacia atrás y 20 años hacia delante.
En anteriores columnas comenté acerca del concepto de desarrollo sostenible. El tema no es exclusivamente ambiental como muchos piensan. El desarrollo sostenible abarca una visión que permita generar una sociedad incluyente, con equidad social, menos pobreza y por supuesto la protección ambiental de nuestro planeta. Parte del esfuerzo es de los gobiernos, pero una parte importante corresponde a la sociedad civil organizada, sector productivo y organizaciones internacionales.
El poder construir un futuro sostenible implica buscar mecanismos para generar energía más limpia, reducir la vulnerabilidad de las poblaciones en riesgo, mejorar las habilidades y capacidades de los jóvenes, proveer mejores oportunidades de empleo o ingresos, proteger las áreas ambientalmente críticas y disminuir la exclusión social aún presente en nuestro planeta.
Una parte fundamental de la estrategia para los próximos 20 años se enfocará en el modelo de ciudades sostenibles. Para el año 2010, el 50% de la población mundial (3,500 millones de personas) vivíamos en ciudades. Esa cifra se estima que llegue al 60% para el año 2030 y al 75% para el año 2050. Las ciudades ocupan alrededor del 2% del planeta pero al mismo tiempo consumen alrededor del 70% del consumo de energía.
El principal crecimiento de la población en general, pero urbana en particular, se está dando en los países en desarrollo. En primer lugar porque seguimos teniendo un crecimiento poblacional mayor que los países desarrollados y en segundo lugar porque conforme estos países hacemos una transición de sociedades agrícolas a sociedades industrializadas, de servicios o comercio la migración hacia áreas urbanas es natural.
El Mckinsey Global Institute reporta que servicios básicos como agua, educación y salud se proveen en áreas urbanas un costo alrededor de 40% más barato que en áreas rurales. También indica que el 95% del crecimiento poblacional en áreas urbanas vendrá de países en desarrollo, como el nuestro.
Esta transición poblacional se está dando, pero solo las ciudades que se están preparando para ser ciudades sostenibles verán mejorar sus condiciones de equidad, justicia social, calidad de servicios públicos, reducción de vulnerabilidad (tanto por riesgos de desastres como por violencia), crecimiento económico y la protección de sus recursos naturales.
Las ciudades que no se preparen adecuadamente para esta transición verán crecer sus habitantes pero en condiciones cada vez de más pobreza, exclusión, conflictividad social y en riesgo de desastres naturales. Ciudades como las nuestras (no solo Guatemala, Mixco, Villa Nueva, Cobán y Carchá que son las que más habitantes tienen sino que incluye también 35 más de 100 mil habitantes) demandarán cada vez más energía eléctrica, agua, cómo disponer de sus aguas residuales y desechos sólidos. Si no las planificamos adecuadamente serán un tormento. Necesitamos generar energía limpia, reducir el consumo de nuestros recursos naturales (agua), mejorar la recarga hídrica de las áreas cercanas a las ciudades y promover una plataforma de economía verde que sirva de motor económico para el país. Si planificamos adecuadamente, el crecimiento de nuestras ciudades será el motor de crecimiento económico de los próximos 50 años.
Río+20 es un espacio que debemos aprovechar para comprender y posicionarnos, pero el gobierno no lo consideró importante y viajó una delegación de menor rango. Debemos visualizar la Guatemala del año 2030 y del medio siglo XXI. Río+20 nos debe ayudar a visualizar de dónde venimos, dónde estamos y para dónde vamos. Las ciudades sostenibles son la plataforma de crecimiento de Guatemala para los próximos 20 años. Las ciudades sostenibles son el futuro que queremos.
Dios los bendiga y siempre les recuerdo que toda la gloria, la honra y el honor son siempre para Jesús.
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