La Comisión Multisectorial del Transporte Colectivo Urbano de Pasajeros de la Ciudad de Guatemala trabajó por medio de cinco subcomisiones (ingresos, costos, asesoría, seguimiento y estructural) para poder hacer una propuesta integral y participativa.
La Comisión fue coordinada por Eduardo Velásquez del Centro de Estudios Urbanos y Regionales de la Universidad de San Carlos y contó con la participación de representantes del organismo legislativo, ejecutivo, Municipalidad de Guatemala, otras municipalidades de la region metropolitana, otras instancias del sector público, sector académico, sindical, estudiantil a nivel medio y a nivel universitario, usuarios, medios de comunicación, transportistas y un grupo de asesores en areas sociales, urbanas y económicas entre otras.
La Municipalidad de Guatemala adquirió el compromiso desde el inicio de la instalación de la comisión de que las conclusiones que allí se alcanzaran serían vinculantes para la Municipalidad y se implementarían conforme los recursos lo permitieran.
Buscábamos resolver cuatro preguntas básicas por medio del consenso; ¿Qué tipo de sistema de transporte queremos? ¿Cuánto cuesta en capital y en operación? ¿Quién lo paga (tanto capital como costo de operación)? y ¿Quién lo opera?
Como resultado de las recomendaciones de la Comisión Multisectorial, la Municipalidad de Guatemala asumió el compromiso de implementar un sistema de transporte integrado utlizando la tecnología de Buses Rápidos (BRT por sus siglas en ingles), retirando el cobro de los pilotos, restringiendo el ingreso de rutas extraurbanas al cento de la ciudad, utilizando buses articulados en vías exclusivas en las vías principales de la ciudad y una red de autobuses alimentadores que acercarían a los pasajeros a las rutas troncales del Transmetro.
Así es como nace el Transmetro y la Empresa Municipal de Transporte, una propuesta consensuada entre los diferentes sectores y con el objetivo de romper el círculo vicioso existente hasta ese momento. Los usuarios no aceptan un aumento en la tarifa y los transportistas no aceptan “mejorar” el servicio sin un aumento a la tarifa. Esto genera una situación donde periódicamente terminaba habiendo buses quemados, violencia en las calles y muchas veces, lamentablemetne, muertos.
La propuesta entonces fue crear la Empresa Municipal de Transporte, donde participan los partidos politicos que tienen representación en el concejo municipal y un representante titular y un suplente de los sectores sindical, estudiantil (educación media y universitaria) y de usuarios. Esta integración permite invitar a estos sectores a pasar de la protesta a la propuesta y es por medio de esta instancia que se termina de diseñar, preparar, implementar y operar el sistema de transporte integrado: Transmetro.
Este tipo de sistemas funcionan en más de 150 ciudades alrededor del mundo (al menos 25 de ellas en América Latina) y en ninguno de los casos reciben subsidio. Por eso, habiendo tomado como premisa el concepto de que solo se aceptaba un aumento en la tarifa si había una mejora sustancial en la calidad del servicio, los diferentes sectores representados sugirieron iniciar operaciones con una tarifa diferenciada de los buses tradicionales de entre Q1.50 a Q2.00 y una comisión técnica de la tarifa para que revisara periódicamente la misma. Esta propuesta fue desechada por el Alcalde Arzú por ser un año electoral y considerar que era respondabilidad del gobierno central seguir subsidiando el transporte capitalino. Esa decisión sentenció al Transmetro a convertirse en un problema en el mediano plazo y no en una solución sostenible. Beneficio electoral en vez de desarrollo sostenible.
Hoy le está sucediendo al Transmetro lo que a los buses rojos en su momento. Ni la tarifa actual ni el subsidio alcanzan para dar sostenibilidad al sistema. El usuario “paga” una mayor tarifa con el deterioro de la calidad del servicio. En vez de cambiar aceite cada 5 mil kilometros lo hacen cada 10 mil, si algo se rompe lo chapucean y no lo reemplazan y el personal se escasea y baja de calidad.
Lo que sucedió en las rutas alimentadoras esta semana con los bloqueos es la punta del iceberg. La calidad de servicio de Transmetro se está deteriorando rápidamente y requiere de un golpe de timón que permita RETOMAR EL CAMINO.
Dios los bendiga y les recuerdo que toda la gloria, la honra y el honor son siempre para Jesús.
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