Recientemente, la Embajada de Estados Unidos en Guatemala hizo una serie de publicaciones en redes sociales en las cuales insta a los guatemaltecos a no migrar ni enviar a sus hijos a ese país debido al covid-19. Casi todas contienen fotos de niños y de bebés. Una de las imágenes más conmovedoras y desgarradoras dice: «No Sacrifiques a tus hijos. A los coyotes no les importa si tu hijo se contagia de covid-19, si se muere o si las pandillas abusan de él. Cuando los niños viajan solos a Estados Unidos, se vuelven víctimas de un viaje peligroso. La vida de tus hijos es tu responsabilidad». La imagen que cubre más de la mitad de esta publicación es la de Felipe Gómez Alonzo (maya chuj), de ocho años, de Yalambojoch, Huehuetenango, quien falleció en detención el 24 de diciembre del 2018 a causa de una infección bacteriana y de gripe. Contrario a lo que dice la publicación, Felipe no murió a causa de covid-19 ni de pandillas, sino por las violentas políticas estadounidenses de inmigración y detención. Estados Unidos es responsable de su muerte.
Dicho país está convirtiendo el covid-19 en un arma para amenazar las vidas de los migrantes. Y lo está haciendo en el marco de sus políticas de disuasión violenta basadas en terror, miedo y necroviolencia. Otra publicación de la embajada dice: «Los coyotes no se preocupan por tu seguridad. En espacios pequeños y cerrados aumenta el riesgo de infección por covid-19». Los centros de detención de inmigrantes de Estados Unidos son conocidos por sus horribles condiciones de hacinamiento, espacios reducidos, prácticas insalubres y violación de derechos humanos. A menudo los detenidos no reciben servicios médicos, incluso cuando están enfermos. Según el ICE, hasta el 9 de mayo había 27,908 personas detenidas, de las cuales solo 2,045 habían sido evaluadas para el coronavirus. Casi la mitad dieron positivo, para 986 casos confirmados. El 6 de mayo, Carlos Ernesto Escobar-Mejía, que huyó de la guerra civil salvadoreña y vivió en Estados Unidos durante 40 años, se convirtió en el primer caso reportado de alguien que murió de covid-19 mientras estaba detenido. Se encontraba en el centro de detención de Otay Mesa, California. El 13 de mayo, Alonzo Garza-Salazar, de México, murió de covid-19 mientras estaba detenido en el centro de detención Corley, en Texas, donde, según se informa, hasta 32 hombres pueden compartir una habitación, lo que hace casi imposible el distanciamiento físico. Hay más de 1,500 menores no acompañados detenidos, y uno de cada tres niños examinados para covid-19 entre marzo y mayo dio positivo. Solo el 12 % de estos niños detenidos han sido examinados. Estados Unidos niega haber liberado a niños de los centros de detención y en lugar de eso los ha deportado. En abril, Estados Unidos deportó a 600 menores.
[frasepzp1]
Dicho país ha exportado covid-19 sin preocuparse por la salud de los migrantes y sus países de origen. Una publicación que sugiere la deportación por covid-19 dice: «Si tratas de entrar a Estados Unidos de manera ilegal, te puedes contagiar de covid-19 y no entrarás». Otra de ellas amenaza diciendo: «El viaje ilegal a Estados Unidos dura entre 20 y 30 días. Al llegar a la frontera sur, usted será retornado a México en tan solo 96 minutos». Se estima que los deportados de Estados Unidos a Guatemala a fines de abril representan el 20 % de los 500 casos de covid-19 en Guatemala. La congresista estadounidense Norma Torres afirmó que «estas deportaciones están exportando la muerte».
Las publicaciones de la Embajada de Estados Unidos en redes sociales criminalizan a los migrantes y los culpan de cualquier daño que pueda sobrevenirles con la migración. Omiten la dura realidad de las crueles políticas estadounidenses que han provocado asesinatos y violaciones de derechos humanos de migrantes y niños. El uso del covid-19 por parte de Estados Unidos para crear miedo y amenazar a los migrantes, así como el uso de la foto de Felipe y las de otros niños, es vergonzoso.
* * *
Nota. Desde que terminé de escribir este artículo en la mañana del 16 de mayo, la embajada ha eliminado algunas de las publicaciones en redes sociales mencionadas en este artículo.
* * *
Léelo en inglés aquí.
Más de este autor