Ixcanal, y el pueblo italiano que se salvó con un experimento

La aldea Ixcanal, en San Agustín Acasaguastlán, está bajo cordón sanitario. El viernes 17 de abril, el presidente Alejandro Giammattei anunció que el Gobierno había identificado a dos personas con COVID19. Como no saben cómo se infectaron, se considera a este caso como el segundo comunitario en el país. «No les encontramos ninguna explicación», dijo Giammattei en cadena nacional. 

El primer caso comunitario de Guatemala se identificó en Patzún, Chimaltenango. Por esa razón, el Ejecutivo estableció un cordón sanitario durante la primera semana de abril. 

El inicio de la historia del COVID19 en Ixcanal es parecida a la que vivió Vo’ Euganeo, el pueblo de Italia en donde se reportó, en febrero, a dos personas contagiadas. Ahí tampoco había una explicación del origen de la infección. Pero Ixcanal puede beneficiarse de dos meses de lecciones aprendidas que empezaron con éxito, en cierto modo, en este lugar apartado de la península itálica.

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El 21 de febrero Italia registró el primer fallecido por COVID19. Fue en Vo’ Euganeo. A inicios de aquel mes, dos hombres, ancianos, estaban internados con síntomas de pulmonía. Tras quince días sin mejoría, un médico decidió romper el protocolo y, aunque no presentaban síntomas de COVID19, les aplicó la prueba. Los dos salieron positivos.

Dos días después de habérsele detectado la infección por COVID19, aquel 21 de febrero inaugural, uno de los hombres murió.

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Luego, la historia conocida: Italia se convirtió, a mediados de marzo, en uno de los más afectados por la pandemia. Una generación entera se perdió en la ciudad de Bérgamo, según The Guardian. Ahora es el tercer país con más casos confirmados (175,925), solo por detrás de Estados Unidos e España; y el segundo en cantidad de muertos (23,227). Estados Unidos encabeza la lista con 31,456 fallecidos.

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En una Italia tan vapuleada, Vo’ Euganeo se ha convertido en un caso excepcional, ejemplar, a su escala, en cómo detuvo el virus y, con ello, la tasa de fatalidades.

¿Cómo lo hizo?

El 23 de febrero, dos días después de que muriera su primer habitante, ese mismo día el alcalde de Vo’ Euganeo declaró la cuarentena para los 3,300 que poblaban de Vo’ Euganeo, según informan varios medios de comunicación: Prohibió todas las actividades sociales, económicas y religiosas. Las escuelas cerraron y se ordenó que todo el mundo permaneciera en casa. Además, el Gobierno central instauró un cordón sanitario para que nadie entrara o saliera del pueblo.

Nadie tenía claridad de cómo había llegado el virus al lugar. Los dos primeros hombres que resultaron positivos no habían viajado a China (en ese momento el principal foco de infección) y tampoco habían tenido contacto con ningún viajero.

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Entonces, ante la duda, se instaló en la escuela del pueblo un centro para pasar la prueba a los vecinos que lo quisieran. Una semana después, todos los habitantes habían sido evaluados. 89 personas eran portadoras del COVID19 y de estas, la mitad presentaban pocos o ningún síntoma. A todas las pusieron en aislamiento.

Vo’ Euganeo se convirtió entonces en un experimento para observar el comportamiento del virus. Además del cordón sanitario, de la suspensión de actividades y del confinamiento en casa, todos los habitantes fueron evaluados otra vez 12 días después. Se identificaron 6 casos más.

El 8 de marzo se levantó el cordón sanitario en Vo’ Euganeo. Se empezaron a levantar las restricciones y el 14 de marzo ya no se registró ninguna persona con COVID19.

¿La clave del éxito?

Según los expertos que participaron en la experiencia de Vo’ Euganeo, el punto fundamental para erradicar el virus fue pasar las pruebas a toda la población. Esto permitió identificar a los portadores de COVID19 asintomáticos.

La lección de Vo’ Euganeo es que las medidas de distanciamiento social y la suspensión de actividades sociales no son suficientes si no se identifican todos los casos.

Esta semana, en una entrevista concedida al diario El País, Andrea Crisanti, virólogo y profesor del Imperial College de Londres, reiteró la importancia de las pruebas para contener el virus. El experto hizo una comparación de Véneto, la región italiana a la que pertenece Vo’ Euganeo, frente a Lombardía, la más afectadas por el COVID19 y en la que se encuentra Lombardía.

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Hasta este fin de semana, en Lombardía se reportan 64,135 casos y 11,851. En Véneto, 15,374 casos y 1,026 fallecidos.

«La curva era idéntica al principio. Luego la nuestra se aplanó. El secreto es que apagamos enseguida el foco que teníamos en Vo’ Euganeo. El 20 febrero había un 3% de personas infectadas, que es muchísimo. Habríamos llegado a decenas de miles de casos en pocas semanas, como pasó en Lombardía», afirmó Crisanti a El País.

Las pruebas, aplicadas incluso a las personas asintomáticas, permitieron aislar los casos de contagio. «Cada vez que había un enfermo se lo hicimos a su familia, aislamos a todos los contactos. Hubo fuerte presencia en el territorio de los servicios epidemiológicos. Apuntamos más al prevenir que al curar: hoy tenemos 100 casos al día, poco», dijo el experto.

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En Ixcanal, el Gobierno hará «el mayor número de pruebas posibles»

El viernes, cuando anunció el cordón sanitario en Ixcanal, el presidente Alejandro Giammattei dijo que se visitarán todas las cosas de esta aldea de El Progreso. El objetivo es identificar a las personas que presenten síntomas, para priorizarlas en la aplicación de las pruebas.

A diferencia del pueblo italiano de Vo’ Euganeo, en Ixcanal no se evaluará a toda la población, estimada en unos 2,000 habitantes. «Durante las próximas 72 horas se pasará el mayor número de pruebas posibles», anunció Giammattei, sin especificar el número que se aplicarán en el lugar.

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El acuerdo ministerial que impone el cerco sanitario en Ixcanal asegura que «las autoridades de salud competentes, con el apoyo de las autoridades municipales y comunitarias deberán iniciar la búsqueda activa de casos sospechosos en la localidad sujeta a control y vigilancia epidemiológica».

También señala que «deberá fomentarse el muestreo a casos sospechosos y contactos de los mismos». Así se descarta pasar las pruebas a todos los habitantes de la aldea.

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Otra de las diferencias frente a Vo’ Euganeo, es que en Ixcanal no existe prohibición para los habitantes de abandonar su casa. El acuerdo ministerio señala que las personas «deberán permanecer preferentemente en su residencia. El que salgan de su residencia es bajo su estricta responsabilidad”.

Vo’ Euganeo le demostró a Italia y al resto del mundo que en poblaciones pequeñas, así como es Ixcanal, además de las restricciones para no salir de casa y suspender las actividades sociales, lo fundamental para frenar al COVID19 es pasar las pruebas a toda la población.