Los caminos de Rodríguez López y el presidente Otto Pérez Molina se han cruzado desde hace años. Rodríguez es exoficial de Inteligencia (1992-1993) y tuvo como jefe a Walter David Zepeda Chavarría quien, con el Partido Patriota (PP) en el gobierno, estuvo a cargo de la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad de la Presidencia (SAAS) desde inicios de la administración de Pérez Molina hasta julio de 2014, cuando dejó el puesto de forma sorpresiva.
Rodríguez López se ganó la confianza del hoy mandatario, cuando Pérez Molina dirigió la Dirección de Inteligencia Militar (D2), durante el gobierno de Jorge Serrano Elías (1991-1993), ya que su trabajo estuvo ligado a las operaciones de inteligencia militar como instructor de la Escuela de Inteligencia y la Dirección de Inteligencia del Ejército.
Al igual que muchos de los militares que ocupan cargos en el actual gobierno, se dice que Rodríguez egresó de la Escuela de Kaibiles, aunque no se pudo obtener registro de esto. Rodríguez pertenece a la Promoción 108 de la Escuela Politécnica y fue compañero del capitán y empresario agrícola Estuardo Galdámez, electo diputado de Quiché por el PP para la actual legislatura. A esa misma promoción pertenece el capitán Byron Lima Oliva, en prisión por el asesinato del obispo Juan Gerardi Conedera, y bajo proceso judicial por comandar una red criminal en la cárcel de Pavón. El último puesto del ahora acusado, antes de ser nombrado Secretario Privado de la Presidencia, fue como oficial de inteligencia del exministro de la Defensa, Leonel Estrada Méndez, durante el gobierno de Alfonso Portillo (2000-2004). Es considerado como uno de los financistas de la campaña electoral del PP y fue quien llevó la agenda de Pérez Molina durante los primeros 15 meses de su gobierno.
Rodríguez López es Representante Legal de la empresa Proyectos Globales Jumar, S.A., conocida también como Constructora Jumar, la cual es proveedora del Estado desde 2010, habiendo obtenido contratos por Q. 3 millones a la fecha.
La relación entre Pérez Molina y Rodríguez López es muy estrecha: Otto Pérez recurrió a Rodríguez en uno de los momentos más sensibles de su vida política. Cuando estalló el escándalo de las inversiones del Congreso de la República en Mercado de Futuros (MDF) y apareció el cheque de Q690 mil girado por esta empresa al actual Presidente, según la investigación de Asier Andrés en elPeriódico, Pérez pagó en consignación esa cifra en un juzgado, para mostrar buena voluntad ante un eventual juicio. Pidió un crédito por ese monto y un año después lo canceló. Sin embargo, esta operación levantó las sospechas de la Intendencia de Verificación Especial (IVE); descubrieron que los fondos con los que Pérez saldó su deuda provenían de una obra de FONAPAZ ejecutada a través de la ONG Asader, adjudicada a la empresa de Estuardo Galdámez y, a su vez, subcontratada a la constructora de Rodríguez. Se planteó una denuncia en el Ministerio Público y, ante los fiscales, Rodríguez mostró la prueba de la compraventa de una propiedad entre él y el Presidente; esa transacción habría sido el origen de los fondos sospechosos.
Según consta en el Registro de la Propiedad, Pérez le vendió a su actual secretario privado, el 12 de noviembre de 2009, una parcela de 817 metros cuadrados en Santa Rosita, zona 16, por Q. 650 mil. La transacción fue producto de una emergencia, pero también un buen negocio para el Presidente. Esa finca la había comprado en 1995 por Q. 250 al Instituto de Previsión Militar.
En abril de 2013, Pérez Molina designó a Juan de Dios Rodríguez como nuevo presidente del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), en sustitución de Luis Reyes Mayen. La principal misión de Rodríguez, dijo entonces el mandatario, será “limpiar la corrupción” en esa entidad autónoma. Este martes, tras conocer la captura de la junta directiva del IGSS, incluida la de Rodríguez, por actos de corrupción en esa institución, el Presidente dijo que será “respetuoso de la ley”, y que será él el que deba responder por sus actos ante los tribunales.