El trabajo informal, un espejo de la concentración del capital
El trabajo informal, un espejo de la concentración del capital
La poca inversión limita la creación de nuevos empleos formales en el mercado guatemalteco. Las condiciones del país no han permitido nuevas oportunidades que empiecen a formalizar el mercado laboral y puedan mejorarse las remuneraciones.
La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) con mediciones de 2023 estima que sólo tres de cada diez trabajadores se encuentran en el sector formal.
La alta informalidad -que alcanza el 70.3% de la población ocupada en edad de trabajar- expone la desigualdad existente para la clase trabajadora.
En la economía formal hay otro tipo de desigualdad. Aunque los sectores más productivos pagan salarios mayores, estos no se comparan con el alto nivel de las ganancias de las empresas, refiere el estudio de Oxfam «Productividad, salario y competencia en Guatemala, oportunidades para un país más próspero y justo», elaborado por el exministro de Finanzas, Juan Alberto Fuentes Knight.
Ejemplifica que los trabajadores de 15 ramas económicas reciben alrededor del 20% del valor que generan, mientras el 80% restante se convierte en ganancia bruta para las empresas.
Si bien el objetivo de una empresa privada es generar el máximo de ganancias, el caso de Guatemala es particular. Los grandes consorcios como el cemento, alimentos, bebidas y banca dominan el mercado formal, algo que les permite imponer precios y reprimir salarios debido a la escasa competencia, señala el estudio.
Y ¿qué es lo que no permite que haya más empresas formalizadas y ofreciendo oportunidades laborales mejor remuneradas? Según el abogado laboralista, Roberto Aguilar, los altos costos y la falta de incentivos para formalizarse dificultan el giro de los negocios, en especial de las empresas menos productivas.
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Para ser rentables hay que ser grandes
Las compañías que son rentables pueden cumplir mucho mejor las leyes laborales, afirma el abogado. Además, las grandes industrias o empresas tienen incentivos fiscales para cumplir y mejorar las condiciones de la clase trabajadora. Para lograr incrementar la formalidad, agrega, se requiere de sectores productivos con márgenes de ganancia grande y de una negociación colectiva.
El Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif), el cual agrupa la mayor parte de sectores mencionados en el estudio, considera que las empresas tienen problemas para crecer y generar empleo en las condiciones que actualmente ofrece el país.
La falta de inversión en infraestructura, los trámites excesivos, la educación de los trabajadores y la falta de certeza jurídica son los obstáculos que menciona la presidenta de Cacif, Carmen Torrebiarte.
Para generar más empleo formal y digno, según Torrebiarte, se debe mejorar la calidad de la educación, procurar la institucionalidad del empleo formal, mediante la promoción de inversión y hacer más fáciles y accesibles los trámites para que las mipymes puedan formalizarse.
El informe «Diagnóstico del Sector Privado: Creando Mercados en Guatemala» del Banco Mundial suma a estos obstáculos un entorno empresarial débil, falta de acceso al financiamiento, brechas de infraestructura y limitaciones de gobernanza. «Estas barreras conducen a un sector informal floreciente de baja productividad», lo que dificulta el crecimiento del ingreso per cápita.
Este informe resalta que las empresas formales en Guatemala sufren de bajos niveles de dinamismo e innovación lo que limita su desarrollo y competitividad.
Por lo tanto, se hace imprescindible eliminar esos obsbtáculos, ya que las mipymes representan el 95% de las empresas formales en el país, de estas el 56.6% son micro, de acuerdo con el reciente Informe del empleador 2023 del Ministerio de Trabajo y Previsión Social (Mintrab).
Una de las quejas es que formalizarse implica una mayor fiscalización en el pago de impuestos pero no es equitativa. «Cuando se habla de formalizar el trabajo se busca que se paguen impuestos a cabalidad, mientras que empresas más grandes evaden los impuestos», dice Julio Coj de la Unión Sindical de Trabajadores de Guatemala (Unsitragua Histórica).
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Sí hay empleo, pero con baja inversión
El principal problema del mercado laboral no es el acceso al empleo, sino la calidad, expuso en abril de este año el director de estadísticas laborales del Mintrab, Julio César Hernández durante la primera reunión de la Comisión Nacional de Empleo Digno (Coned).
El reto es aumentar la productividad de las personas y la cobertura social, refirió. Cabe destacar que el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) reportó 1.6 millones de afiliados cotizantes a mayo de 2024, alrededor del 20% de la fuerza laboral.
Otro problema del trabajo en el país es la concentración en actividades con menor productividad, como agrícola y comercio, que representan más del 50% de los puestos, explicó Hernández.
Fuentes Knight destaca que por ello es importante mejorar los niveles de inversión. En Guatemala ha sido extremadamente baja, representando el 14.9% del PIB entre 2010 y 2022, menor al 20.4% de Latinoamérica y el Caribe, y el 35% del Sudeste Asiático y el Pacífico.
Y aunque la inversión incorporó a jóvenes a la economía, la falta de inversión transformadora y de progreso técnico, ha derivado en servicios de baja productividad, que contribuyen al subempleo.
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Más inversión y competencia
La implementación eficaz de una política de competencia podría aumentar la productividad y reducir los precios en sectores de insumos clave, impulsando así el crecimiento del PIB a corto y mediano plazo, menciona el informe «Guatemala: Políticas para la recuperación empresarial, el empleo y la transformación económica». Sin embargo, el país carece de dicha política.
El laboralista Aguilar concuerda que para mejorar las condiciones de empleo se requiere de una política masiva.
Por su lado, en el documento de Oxfam se plantean conclusiones y recomendaciones entre ellas: una política de competencia efectiva, apoyada por una ley con estándares internacionales que podría facilitar el ingreso y salida de empresas, mejorando la productividad mediante la eficiencia e innovación.
El estudio resalta la necesidad de fomentar una mayor competencia y establecer nuevos salarios mínimos diferenciados por sector. También subraya la urgencia de mejorar los niveles de inversión y de promover políticas que favorezcan la inversión pública y privada en sectores transables como agricultura, industria y servicios que se exportan, incluido el turismo, para contribuir a la eficiencia y a la innovación.
El gobierno del Movimiento Semilla estima que, entre 2024-2027 se podrían crear un millón de empleos, aunque la previsión de su plan de gobierno es de 708,713 empleos informales. En el primer año de gobierno se trabaja mediante la Coned el proceso de consulta tripartita para la actualización de la Política Nacional de Empleo Digno, la cual se prevé esté lista a finales de este 2024, según la ministra de Trabajo, Miriam Roquel.
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